jueves, 1 de julio de 2010

Sus principios (de eco-no-mía).

Nunca quiso ser de nadie,
porque ya es muy suya.

Y con embargos,
bloqueos, o ayuda,
su corazón trabaja
en cooperativa
(aunque en la caja
los números bailen).

Sus sonrisas,
voluntarias,
se regalan
(aun cuando no sobran
ni por activa
ni por pasiva).

Y sus pasiones,
sus divisas
(sin horizontes),
no las subasta,
las cambia
por noches encendidas
de las que nunca se gastan.

Porque donde pone el fuego,
pone la vida.


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