Será que el frío te hace estar más jodida pero que despierta los sentidos, y todos te hablan de él-los. Y que te escuece en las 1.812 o 1.572 espinas.
Será que las tardes de domingo son tristes en cualquier lugar del mundo.
"Conozco la sonrisa brillante de las mañanas, las tardes melladas, las desdentadas noches. Sé del aullar de gigantes en lumbres de aspa de molino, se del letargo de los sentidos entre el estruendo de monedas, sé del nectar de las bocas y de su aliento en la nuca, sé de las palabras inútiles como bolitas de humo, y de camas deshechas como lienzos desflorados, sé de los bordes cortantes del canto herido, sé de su demencial cordura.Desconozco, sin embargo, ese rostro, vagamente familiar, que me mira a cada instante desde el espejo."
Tenemos los vestidos al vuelo y veranos en primavera. Tenemos terrazas y espuma de cerveza. Tenemos la cabeza en las nubes y el futuro nublado. Tenemos nostalgias y esperanza, de lo que no hemos vivido, de lo que esperamos vivir. Tenemos flores moradas, rojas y amarillas y las raíces en Castilla. Tenemos los campos espigándose, el pelo revuelto y la sonrisa despeinada -de ir en contra de los vientos-. No tenemos miedo, pero nos comen los temores en futuro imperfecto. Tenemos la mirada brillante y los latidos desbocados. Nos tenemos, que, al fin y al cabo, es lo importante.