domingo, 9 de octubre de 2011

Home, Heimat, Hogar.

Quizá sea el frío que hace que se me empañen las ventanas, quizá sea el frío lo que hace que se me empañe la vista. Cuando los grados van a menos y el echar de menos va a más, cuando la manta no te da el calor que te dan los que son hogar. Que no es casa, ni es patria, ni está debajo de ningún techo, está en el hueco que forman los abrazos que necesitas en este preciso momento. Los abrazos que abrigan más que cualquier manta, los ojos en los que te sabes en casa, las sonrisas que son refugio.

Será que el frío te hace estar más jodida pero que despierta los sentidos, y todos te hablan de él-los. Y que te escuece en las 1.812 o 1.572 espinas.
Será que las tardes de domingo son tristes en cualquier lugar del mundo.



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